8 cosas que debes hacer (o evitar) en una entrevista de trabajo

La entrevista de trabajo es una herramienta esencial para los departamentos de RR.HH. de las empresas.

Aunque no es fácil conocer a una persona en los escasos minutos que dura este tipo de encuentros, la interacción con el candidato nos puede servir para muchas cosas.

La entrevista de trabajo no sólo permite evaluar las competencias y aptitudes de quien se postula, sino también su actitud y habilidades blandas. También nos ayuda a observar si encaja con la cultura organizacional de nuestra empresa, para detectar sus intereses y motivaciones, para aclarar dudas de ambas partes, etc.

En EMPRENDEDORES hemos publicado muchos artículos explicando qué se puede preguntar en una entrevista de trabajo para dar con el candidato ideal, pero ahora nos centramos en el otro lado de la moneda: qué hacer o evitar si eres quien se postula a un puesto.

Consejos para afrontar una entrevista de trabajo

El cazatalentos Samuel Pimentel, autor del libro ‘El headhunter’, reconoce que la entrevista de trabajo “pone nervioso y genera incertidumbre porque no sabes lo que te van a preguntar”, llegando incluso a provocar “cierta incomodidad y, a veces, hasta inseguridad”.

Sin embargo, recalca que, aunque no sea un trámite fácil para los entrevistados, “es una fase fundamental de todo proceso de selección, francamente valiosa e insustituible a la hora de acceder a un nuevo proyecto profesional”.

Por eso, insiste en que hay que estar preparado. Y para ayudar a ello, aporta 8 consejos sobre lo que debemos hacer o evitar a la hora de afrontar este proceso.

1. Prepárate a fondo

El experto recalca que hay que investigar a fondo sobre la empresa, su cultura, su misión y sus valores antes de ir a la entrevista de trabajo. “Conocer sus productos y servicios es clave, pero lo más importante es entender su visión y estrategia. Debes prepararte para explicar cómo tu perfil contribuye a los objetivos de la compañía conectando los puntos entre tu experiencia, el puesto al que optas y las necesidades de la empresa”, detalla.

“Esta preparación marcará una diferencia y, además, te dará confianza y ayudará a generar una conversación más fluida”, añade.

De este modo, desaconseja presentarse en la entrevista de trabajo sin tener un conocimiento básico de la empresa. “Muchos candidatos cometen el error de no prepararse lo suficiente, lo que genera una impresión negativa. La falta de preparación refleja falta de interés”, advierte.

2. Muestra entusiasmo genuino

“Deberías demostrar interés genuino por la posición y por la empresa. Las entrevistas son el momento perfecto para mostrar tu motivación y cómo te entusiasma la posibilidad de formar parte del equipo”, declara.

Por ejemplo, recomienda aprovechar la entrevista de trabajo para explicar por qué estás interesado en el rol y cómo te ves contribuyendo a los proyectos de la empresa. “Los candidatos que demuestran un verdadero interés por la empresa y el puesto suelen destacar”, recalca.

Por el contrario, mostrar apatía e indiferencia te restará oportunidades. “Evita mostrar que sólo estás buscando cualquier trabajo por necesidad, sin importar la compañía o el puesto”.

Además, incide en que “el entusiasmo no sólo tiene que ser verbal, sino también corporal”, puesto que “la falta de energía o de interés es fácilmente detectable por los entrevistadores”.

3. Sé claro y conciso

“Deberías ser claro y directo al responder las preguntas. Asegúrate de que tus respuestas se centren en lo que más importa: cómo tu experiencia y habilidades se alinean con lo que busca la empresa”, apunta.

“Utiliza ejemplos específicos de tu carrera profesional para ilustrar tus logros y habilidades. Además, practica respuestas breves y al punto, sin extenderte demasiado en detalles innecesarios”, agrega.

Así pues, Pimentel dice que en la entrevista de trabajo hay que evitar dar respuestas excesivamente largas o hablar demasiado de uno mismo si no es en relación al puesto. “Los entrevistadores pueden perder el hilo de tu respuesta si te explayas demasiado. Evita divagar o dar respuestas vagas, que no aporten información relevante”.

4. Ve más allá de tu currículum

El experto aconseja que cuentes tu historia, sin limitarte a recitar tu currículum, que habrá leído y que ya te ha llevado a esa entrevista de trabajo.

“En lugar de enumerar tus logros, cuenta ejemplos e historias que ilustren tus habilidades y experiencias. Y recuerda que las anécdotas hacen que tu perfil sea más memorable y te ayudan a conectar con el entrevistador a un nivel más personal”, comenta.

De este modo, expone que “el currículum es un documento para enumerar ‘qués’, mientras que la entrevista es el momento para mostrar ‘cómos’”. “Los entrevistadores quieren conocer quién está detrás de ese perfil que se dibuja en un currículum que ya han visto, leído y analizado con detenimiento”, aclara. Por eso, reseña que no debes limitarte a narrar lo que pone en ese papel que ya tiene delante.

5. Prepárate para preguntas difíciles

“Deberías anticiparte a preguntas sobre tus puntos débiles o sobre situaciones desafiantes que hayas enfrentado. Demuestra cómo has superado esos obstáculos y qué has aprendido de ellos”, recalca.

Además, desaconseja tratar de evitar esos aspectos o esquivar la pregunta. “Todo tiene una explicación o un aprendizaje. Debes ser capaz de explicarlo. Ni mucho menos debes dejar tu respuesta a la improvisación y confiar en que estarás inspirado para salir del paso de la mejor manera posible. Sabes que te van a preguntar sobre ello y que este tipo de cuestiones resultan determinantes, ¿por qué arriesgarte a no superarlas con éxito?”, plantea.

6. Haz preguntas relevantes

Este punto está muy ligado a la muestra de motivación. “Deberías preparar preguntas inteligentes sobre la empresa y el puesto. Preguntar sobre el equipo, los proyectos actuales, las oportunidades de crecimiento o los desafíos que enfrenta la empresa muestra que has pensado en cómo puedes contribuir al éxito de la organización. Además, una buena pregunta refleja tu interés en encajar bien en la cultura corporativa”, señala.

Sin embargo, Pimentel hace hincapié en que no se deben hacer preguntas “que ya están respondidas en la página web de la empresa o sobre salarios, vacaciones o beneficios durante la primera entrevista”, ya que “puede parecer que sólo te interesa lo que la empresa te puede ofrecer y no lo que puedes aportar tú”.

7. Sé honesto y auténtico

“Deberías ser auténtico y honesto acerca de tus fortalezas y debilidades. Si no tienes experiencia en un área específica del trabajo, está bien admitirlo y mostrar tu disposición para aprender. La honestidad genera confianza y transparencia, algo que es crucial para establecer una relación profesional sólida. Las empresas buscan personas que encajen con su cultura. No tengas miedo de mostrar tu personalidad”, sentencia.

Por el contrario, aconseja que evites tratar de parecer alguien que no eres. “Evita exagerar tus logros o inventar habilidades que no posees. La arrogancia no es una buena compañera. Y la mentira tampoco lo es. Los entrevistadores pueden detectar fácilmente cuando un candidato está siendo poco sincero. La falta de autenticidad puede perjudicar tu imagen y credibilidad. Y si te descubren mintiendo, perderás toda oportunidad”, avisa.

8. Genera empatía con el entrevistador

El experto aconseja buscar temas comunes con el entrevistador, como aficiones, orígenes, universidad donde te has formado, etc. “Muchas veces, un buen chiste en el momento adecuado genera más empatía y simpatía que una retahíla de logros profesionales. No olvides que el entrevistador es humano y también le va a importar la química que genere contigo”, afirma.

Asimismo, advierte que en la entrevista de trabajo debes evitar ser “descortés, prepotente, maleducado o pensar que el otro trabaja para ti”. “Recibo con frecuencia mails de ejecutivos cuyo discurso es ‘soy un gran ejecutivo al cual vas a tener la suerte de conocer y te propongo que hablemos el próximo martes a las 16.00 de la tarde’”, relata.

Así pues, recalca que saber empezar una charla con el entrevistador, desarrollarla y continuarla es tan importante como el propio currículum.